Índice de liderazgoTWK
Las compañías enfocan una gran cantidad de recursos en el desarrollo de sus líderes organizacionales, con diversos modelos y tendencias en el mercado, las compañías buscan implementar las mismas para lograr los resultados requeridos, en ocasiones olvidándose de lo que realmente espera de un líder.
Una tendencia que actualmente ocupa un lugar preponderante en la marquesina de los modelos de liderazgo es un liderazgo más humano, este podría ser una alternativa interesante siempre que se aplicara de manera íntegra y consiente, ya que se cae en la petulancia de que un liderazgo más humano es no cumplir metas, aceptar los malos resultados como parte del proceso, y desafortunadamente cuando la empresa fracasa la parte humana se olvida y la desintegración es inminente.
¿Dónde está la falla de este y otros modelos?; no existe falla en ninguno de los modelos, el error que se comete es la inadecuada interpretación de los modelos y sus filosofías, siendo claros; los modelos se refieren a la serie de pasos (actividades) que debe seguir, es decir las acciones específicas, mientras que la filosofía; se refiere a los comportamientos (conductas) que se deben tener, de tal manera que al implementar un liderazgo se debe trabajar en dos vertientes: actividades (pasos) y comportamientos (conductas), estás deberán ser implementadas junto con el nivel de maduración organizacional y el nivel de maduración del colaborador.
En algunas grandes compañías el liderazgo, al parecer no es una problemática real, y esto se debe a que esos líderes inadecuados, se pierden en la neblina organizacional, sin embargo, en la PYME un líder inadecuado se refleja de manera inmediata en sus resultados diarios y esto se debe a la claridad de resultados a corto plazo que se requiere.
Conscientemente, sabemos que el problema no es el modelo de liderazgo ni la filosofía, entonces ¿a qué se debe que las compañías seguimos invirtiendo año tras año y el personal sigue sin cumplir las metas organizacionales? La respuesta que hemos identificado es que se sigue midiendo al líder de forma cualitativa y cuando es cuantitativa se asumen discrepancias o afectaciones como permisibles.
El modelo desarrollado en Talententwicklung hace más de 15 años, establece una medición cuantitativa que impacta en las 3 principales dimensiones de un líder, sus resultados, sus colaboradores y sus recursos.
Sin importar cuál es el modelo de liderazgo y filosofía implementada, un líder debería ser medido cuantitativamente de manera constante, en beneficio de él mismo, de la empresa y de sus colaboradores.
Al contar con una métrica cuantitativa identificada con sus alcances y fronteras, el líder será capaz de establecer las tácticas de acción y comportamiento para con sus colaboradores; y no limitarse al mero hecho de cumplir la meta, sacrificando algún recurso o, peor aún; desperdiciando recursos.
En el mes de febrero tendremos los talleres para que aprendas a medir el Índice de liderazgoTWK.
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